Escrito por: Mariel Hernández Maldonado
Es durante la vejez que nuestro cuerpo comienza a reflejar todos los cuidados que le dimos durante el transcurso de los años; una buena salud, una alimentación sana y prácticas saludables se traducen en ancianos fuertes, independientes y sanos; la vejez y la salud no tienen por qué estar peleados. Año tras año la vejez gana un lugar más importante en los asuntos de salud pública considerándolos no solamente para cuestiones de salud física, sino también de salud mental.
El año pasado se celebró por primera vez el Foro Alzheimer que atendiendo a las crecientes necesidades de salud mundiales, dio a conocer las cifras y la situación general de la enfermedad en el país. Esta enfermedad conocida también como demencia senil provoca que quien la padece pierda lentamente la memoria, la elocuencia y la percepción espacio temporal, así pues termina siendo una enfermedad debilitante.
Mantener la mente activa es una parte fundamental de la prevención de esta enfermedad, principalmente realizar actividades que pongan a funcionar nuestro lado cognitivo: jugar ajedrez, resolver rompecabezas, crucigramas, leer, escribir y pasar el menor tiempo posible encadenados a la televisión.
Sin embargo una vejez de calidad abarca más allá de prevenirse contra el Alzheimer, también se trata de seguir disfrutando de las capacidades que nuestro cuerpo aún nos concede. Buscar un pequeño trabajo de medio tiempo nos previene de la depresión y también del sedentarismo, un trabajo tranquilo que no requiera de mucho esfuerzo o traslados muy largos y complicados; muchos supermercados están optando por contratar adultos mayores para embolsar los productos que las personas compran, ayudándolos a re insertarse en las actividades laborales.
Tomar buenas y largas caminatas por lugares tranquilos nos ayudará a mantener la buena forma y circulación sanguínea por todo nuestro cuerpo evitando paros cardíacos o trombosis. Otra actividad para mantener nuestra creatividad y cerebro activos es aprender a tocar un instrumento musical o retomar alguno, hay muchos tipos de instrumentos para aprender por si alguno se nos dificulta más que otro.
Muchos estudios han comprobado que a los adultos mayores que viven solos les ayuda adoptar una mascota, de preferencia un perrito grande que los pueda acompañar a sus caminatas, no solamente les hace compañía, sino que les brinda protección y los mantiene alerta; se ha comprobado que el beneficio de tener a un amigo animal incrementa notablemente la calidad de vida de los adultos mayores.
Todas las etapas de la vida son irrepetibles, no vale la pena vivirlas recordando con melancolía las pasadas o las que podrían ser; estar vivos es para aprender y celebrar.