El cuidado de la salud es una profesión muy delicada, puesto que es la vida y el bienestar de los pacientes –e incluso de sus familias—lo que se encuentra en manos de los doctores y, en general, de todo el personal de un hospital, pues la función de todos ellos contribuye al buen funcionamiento de toda la institución a la que pertenecen.
Así, existen varios tipos de responsabilidad médica que, de no cumplirse a cabalidad, pueden causar daños irreparables en la salud de quienes acuden a ser atendidos. Uno de ellos es la impericia médica.
¿Qué es?
Se trata de una mala práctica por parte de los doctores que refiere a errores cometidos por falta de habilidad, capacitación o experiencia al realizar los procedimientos médicos, lo cual puede aunarse, además, con otro tipo de fallas como omisiones relevantes en los expedientes clínicos.
Aunque esta falta de información o mal registro de ella no afecte directamente a la salud del paciente, sí podría incidir en la prolongación de su periodo de sanación e incluso retrasarlo al grado de que después se vea con bastantes menos posibilidades de recuperarse.
¿Cuándo sucede?
Suele presentarse en situaciones de emergencia, cuando en muchas ocasiones se presta el servicio médico de inmediato sin tener la suficiente precaución de consultar manuales o acudir a colegas expertos por la premura del contexto, además de que también es común que, luego de haber resuelto el problema, los registros no se hagan de forma adecuada, repercutiendo en la sanación posterior.
Todo esto, aunque podría decirse que es comprensible por la urgencia, es, sin embargo, una manera imprudente de actuar, puesto que siempre se deben seguir lineamientos específicos y precisos para asegurar la vida de las personas atendidas durante y después del proceso, ya que una historia clínica completa ayuda tanto a la recuperación como al tratamiento de afecciones consecuentes.
¿Qué hacer ante una negligencia por impericia médica?
Lo primero es estar muy atento a los medicamentos y procedimientos que los especialistas de la salud realizan para curar a uno mismo o a un ser querido, puesto que desde allí pueden detectarse problemas de este tipo o cualquier otra irregularidad en la atención.
Si el personal médico le niega la información o el historial clínico que requiere tiene inconsistencias, pida ser atendido por las autoridades del hospital en cuestión y, en caso de no llegar a un acuerdo, acuda con un abogado especializado en salud, quien podrá hacer valer sus derechos.