En México se vive lo que actualmente se conoce como “boom generacional”, esto porque una gran parte de la población (o lo que en estadística se conoce como media) se encuentra ubicada en un rango de edad que no pasa de los 30 años, por lo que se trata de una población muy jóven… por el momento.
El problema al que muy probablemente se enfrente en alrededor de 3 décadas es por un lado el avance de la medicina que, como sabemos, se dedica a mantener a las personas con vida el mayor tiempo posible -en ocasiones sin importar la condición en que se encuentren- y en segundo lugar que las actuales generaciones no tienen en sus planes procrear, por lo que nos encontramos ante un panorama de una población que probablemente esté llena de adultos mayores en un plazo no muy largo.
Recientemente se publicó un estudio en el que se asevera que la expectativa de vida de las personas en México ha aumentado en diez años, por lo que ahora la esperanza de vida se calcula en más de 70 años.
A pesar de que podría resultar una buena noticia para algunos, lo cierto es que existen muchas enfermedades que se acumulan en la edad adulta como la depresión, trastornos nutricionales, osteoporosis, pérdida de la vista y del oído y deterioro cognitivo son las enfermedades que más figuran, aunque la lista es mucho más larga. Lo más preocupante del caso es que en algunas ocasiones estas enfermedades se acumulan en una sola persona, llevándola a padecer serias dificultades para poder llevar a cabo su vida normal, aunado a que se tiene una prospectiva demográfica de que en 2040 1 de cada 4 mexicanos tengan más de 60 años, nos lleva a irremediable pregunta de que es lo que va a suceder cuando la población en su mayoría sea anciana. Los pronósticos no son favorables, ya que el representante de la Organización Mundial de la Salud ha advertido que en su mayoría los adultos mayores viven 7 años de su vida (al final) con mala salud; a pesar de esto se asegura que para el año 2050 la esperanza de vida aumente en 10 años más, lo cual trae nuevas y más grandes preocupaciones entre las que se encuentran el grave aumento del desempleo a nivel mundial, así como el detrimento en los sistemas de salud y pensiones.