Escrito por: Mariel Hernández Maldonado
La pensión alimenticia para los adultos mayores ha representado un gran beneficio no solamente para su economía sino para su autoestima y ánimo, pues el hecho de no poder ser autosuficientes para muchos era un tema desbordante que los hacía sentir incómodos por depender de algún familiar o amigo que no siempre se quería hacer cargo de ellos.
Cuando llegaron las pensiones, muchos adultos podían ir a las tiendas a hacer sus propias compras y decidir en qué y cómo gastar su dinero, esto fue una nueva visión de la vida para ellos. En Veracruz, hoy en día que estamos en tiempos de elecciones los candidatos en busca de votos extra han buscado la manera de hacer más amplia la pensión alimenticia para los adultos mayores dándoles mejores oportunidades de llevar una vida digna. También se aboga por nuevas vías de comunicación con la comunidad de la tercera edad y más oportunidades de empleos, pues para muchos el empleo es la manera en la que le dan sentido a la vida.
Los habitantes de Rafael Delgado han pedido a los candidatos que realizan los recorridos por los diferentes municipios que se concentren en las necesidades de los adultos mayores que en su mayoría viven en condiciones de pobreza. Esto se debe a que muchas personas no alcanzan la Pensión Alimenticia para Adultos Mayores de 70 años conocida como ley 223, pues tienen un buen número de candados como ser residentes de hace 20 años del estado, no tener ingresos y ser una persona con 70 años cumplidos, lo que deja a personas de 50 y 60 años que no tienen oportunidades de trabajar, abandonadas a su suerte sin pensión y sin trabajo.
Otro gran problema al que se enfrentan los habitantes de esta región es la notable falta de fuentes de trabajo, pues las autoridades municipales no se han dado a la tarea de reactivar la economía, dejando a muchos a expensas de la venta de sus productos de campo que no siempre se dan o no siempre tienen compradores en la región, por lo que tienen que viajar diariamente a varios kilómetros para vender apenas lo suficiente para sobrevivir.
Los caminos y otras vías de comunicación también se encuentran olvidadas, por lo que los habitantes piden que se rehabiliten para poder salir a buscar oportunidades, pues están viviendo en una prisión social.
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