Cada vez acuden a las clínicas más jóvenes con padecimientos que hasta hace unos cuantos años solo veíamos en pacientes de la tercera edad. Enfermedades como hipertensión y diabetes están dejando de ser tema de las personas de 60 años para arriba. Se calcula que desde 2011 ha aumentado un 10 por ciento el número de pacientes de 40 años con estas enfermedades crónicas.
Lo realmente trágico de este tema es que ciertas enfermedades que se presentaban únicamente en la tercera edad, atacan con más violencia a pacientes jóvenes, haciendo una tarea bastante difícil controlarlas y ayudar a conservar una buena calidad de vida del paciente. En general, las causas de que este tipo de enfermedades se presenten en los jóvenes con más frecuencia son la falta de ejercicio, un consumo excesivo de carbohidratos, una vida con altos niveles de estrés y cansancio y adicciones relativamente modernas como el alcohol y el tabaco.
En ocasiones estas enfermedades tienen muy marcado el factor génetico, también es necesario que las personas sepan cómo evitar enfermarse llevando una vida sana, una alimentación balanceada y niveles de estrés más controlados, puesto que una terrible combinación de estos factores pueden llevar al desgaste prematuro del organismo; ya que si la persona cuenta ya con una enfermedad, debe tener en cuenta cuáles son los cuidados y respetar las recomendaciones médicas para no agravar su estado.
A pesar de que se percibe el problema como algo generalizado, se ha demostrado que también las enfermedades atacan dependiendo de la situación socio económica puesto que los diferentes tipos de trabajos también conllevan a diferentes tipos de enfermedades. Los pacientes zacatecanos presentan muchas enfermedades de las vías respiratorias debido a su estilo de vida apegado a la minería; en cuanto a los trabajadores de oficina, la mayor parte de las enfermedades tienen que ver con el sedentarismo, la mala alimentación y el estrés.
Se cree que la cultura de prevención debe empezar desde el nacimiento y hasta los 5 años de edad, que es cuando más se tienen que cuidar los hábitos alimenticios del niño así como su desarrollo psicomotriz y sus vacunas, puesto que una enfermedad mal cuidada puede dejar en una persona repercusiones de por vida.
La cultura de las revisiones médicas regulares no está instaurada en México, ya que tendemos a acudir al doctor no cuando nos sentimos mal, sino cuando ya no aguantamos el padecimiento.
La actividad física, la alimentación balanceada y tomar dos litros de agua diarios son elementales para una buena salud.