Escrito por: Mariel Hernández Maldonado
Las enfermedades degenerativas propias de la edad están a la orden del día, más ahora que las comidas abundan en conservadores tóxicos y modificaciones genéticas que dañan a la salud de manera prematura. El estilo de vida también es un factor determinante para padecer enfermedades como Alzheimer, que provoca pérdida de la memoria y aunque se sabe que esta enfermedad es característica de los adultos mayores, cada vez se sabe de personas que la sufren a edades no tan avanzadas.
A pesar de que esta enfermedad en muchos casos es inevitable, también se puede retrasar su aparición implementando ciertas costumbres alimenticias y actividades.
Algunas de las causas más comunes del Alzheimer (enfermedad de la cual se desconoce la causa exacta) son las “proteínas peligrosas” conocidas como beta amiloide; estas se acumulan en el cerebro alrededor de las neuronas provocando que la comunicación empeore y dando pie a que aparezca el alzheimer, en resumen, una dieta alta en colesterol y grasas saturadas son el escenario perfecto para desarrollar la enfermedad. Otra causa común es la presión arterial alta, la diabetes, colesterol alto y por ende, la obesidad.
Ahora bien, hay ciertos alimentos que nos pueden ayudar a retrasar la aparición de la enfermedad, ¿Cuáles son?
Cítricos. Los cítricos contienen altas cantidades de Vitamina C, la cual gracias a sus antioxidantes hacen una especie de filtro para las grasas y compuestos dañinos que podrían llegar a acumularse en el cerebro.
Pescados azules. Atún, salmón, sardinas, trucha, etc., son una muy buena fuente de ácidos grasos como el Omega 3, que ayuda a proteger a las neuronas frente al deterioro inminente de la edad y ayuda a tener una mejor concentración, mayor capacidad de retención de datos e información, ayuda a la agudeza visual y disminuye notablemente la posibilidad de sufrir enfermedades como la depresión.
Café y vino tinto. Así como los cítricos, el café y el vino tinto contienen una alta cantidad de antioxidantes que previenen de la inflamación cerebral y desgaste del tejido, mejorando la circulación y por lo tanto la comunicación entre neuronas; es recomendable tomar mínimo una taza de café de grano al día y una copa de vino para ayudar tanto a la digestión como al buen funcionamiento cerebral.
Frutas y verduras. No solamente para el cerebro, sino para todo el cuerpo una dieta rica en estos alimentos nos ayudarán a implementar la salud de una manera muy drástica, pues aportan buenas cantidades de fibra. Los mejores seleccionados son las espinacas, las cebollas moradas, berenjenas, pimientos, betabel, pasas, moras, fresas, arándanos, cerezas y las uvas negras.
Estas costumbres alimenticias de la mano de una buena calidad de vida como el ejercicio, crear el hábito de la lectura, ayudar a la plasticidad neuronal con juegos de destreza y estrategia son buenas opciones para no perder la buena salud mental, pues una vez que el alzheimer ha atacado al cerebro es imposible detenerlo; se puede retrasar el avance, pero eventualmente impedirá que funcione normalmente.
