La diabetes es una enfermedad metabólica que acompaña a quienes la padecen durante toda su vida, se caracteriza por un aumento en los niveles de glucosa en la sangre (hiperglucemia). La diabetes se clasifica en tres tipos: diabetes tipo 1 que es más común en niños y jóvenes menores de 25 años, diabetes gestacional que aparece durante el embarazo y la diabetes tipo 2, la más común en los adultos mayores y de la cual hablaremos en este post.
¿Qué es la diabetes tipo 2?
La diabetes tipo 2 o diabetes senil es el tipo de diabetes más común en el adulto mayor, es una enfermedad metabólica que consiste en una resistencia celular a la hormona insulina, producida y secretada por el páncreas. La función de la insulina es el aprovechamiento de los nutrientes que llegan al organismo, especialmente de los carbohidratos. Al existir un déficit en los niveles de insulina, el organismo no puede metabolizar adecuadamente los carbohidratos, lípidos y grasas, alimentos ricos en glucosa que, en un organismo que funciona adecuadamente se convierte en energía. Cuando no existe un metabolismo adecuado, los niveles de glucosa en la sangre aumentan.
De la población de personas que padecen diabetes, 90% son del tipo 2.
Causas de la diabetes tipo 2
La diabetes tipo 2 surge por un problema en la producción o utilización de la insulina. En algunos casos se presenta resistencia a la insulina, en otros es una producción insuficiente de esta hormona. Los factores de riesgo para que una persona desarrolle diabetes tipo 2 son:
- Antecedentes familiares de diabetes tipo 2 o de diabetes gestacional
- Llevar una vida sedentaria
- Sobrepeso u obesidad, especialmente cuando este se presenta alrededor de la cintura
- Dieta deficiente
- Edad superior a los 45 años
- Hipertensión
Síntomas de la diabetes tipo 2
Las personas que padecen diabetes tipo 2 no suelen presentar síntomas de la enfermedad en los estadíos iniciales. Al avanzar, la diabetes tipo 2 puede causar daños severos en ojos, riñones, nervios, vasos sanguíneos, piel, dientes y todo el sistema nervioso.
En algunas ocasiones, se presenta cansancio, aumento en el apetito y sed, pérdida súbita de peso, visión borrosa, infecciones en la piel, náuseas, vómitos, aumento en la frecuencia y cantidad de la micción (orina), cambios en la textura de la piel que se vuelve seca y tiene la sensación constante de escozor, entumecimiento en las manos y pies, lentitud en la cicatrización y disfunción eréctil.
La diabetes tipo 2 puede pasar inadvertida para el adulto mayor durante mucho tiempo hasta que los daños en el organismo sean irreversibles. La diabetes tipo 2 puede causar problemas graves de salud como ataques al corazón, derrames cerebrales, problemas en los pies que puedan causar desde lesiones pequeñas hasta amputaciones y pérdida total o parcial de la visión.
Diagnóstico de diabetes tipo 2
Para el diagnóstico de diabetes tipo 2 es necesario realizar análisis sanguíneos para medir los niveles de glucosa. Este examen se realiza después de un ayuno de al menos ocho horas, en ocasiones se realiza otro análisis después de haber dado al paciente a beber una bebida azucarada.
Tratamiento de la diabetes tipo 2
El tratamiento de la diabetes tipo 2 requiere una serie de acciones enfocadas a la reducción de los riesgos y complicaciones, especialmente las cardiovasculares que son las que representan el mayor riesgo para la vida de los adultos mayores.
Es necesario controlar los niveles de glucosa en la sangre, ya sea que estos estén muy elevados (hiperglucemia) o demasiado bajos (hipoglucemia) pues cualquiera de estos casos podría requerir de atención médica urgente. En todo caso, es fundamental seguir las siguientes recomendaciones:
- Mantener una dieta saludable
- Realizar diariamente actividad física, de preferencia con ejercicio cardiovascular o aeróbico por lo menos 3 veces por semana
- Bajar de peso
- Cuidado continuo de los pies
- Exámenes anuales de los ojos
- Cuidado e hidratación de la piel
- Revisar constantemente la presión arterial