Escrito por: Mariel Hernández Maldonado
Conforme pasan los años y nuestro cuerpo va decayendo empiezan a presentarse diferentes tipos de enfermedades, ya sean problemas de digestión, de vista o de articulaciones es algo natural que batallemos con ellas, pues ya no somos los mismos de la juventud. Tal vez la enfermedad más común hoy en día es el Alzheimer y también la más temida por los adultos mayores, pues el hecho de perder la memoria implica perder toda nuestra vida.
Ante el miedo muchas personas se autodiagnostican y empiezan a entrar en pánico por cuestiones tan sencillas como olvidar en donde se ha puesto el control de la televisión, por eso hoy hablaremos de las 10 señales de alerta que según la Alzheimer’s Association debemos tener en cuenta para saber si estamos por padecer la pérdida crónica de memoria.
Olvidos que dificultan la vida diaria. Olvidar en dónde está el control de la televisión o que nos falta comprar tortillas es algo que puede pasar a todas las edades, sin embargo olvidar cosas como apagar la estufa, cerrar la puerta de la casa o comer son acciones que ya ponen en peligro a la persona y si se olvidan las mismas cosas repetidamente, entonces hay que empezar a poner atención. Aquí los signos más comunes del Alzheimer:
Dificultad para resolver o planear problemas. Dificultad para seguir planes de trabajo, dificultad con los números, no poder seguir recetas ya conocidas o incapacidad para manejar las cuentas mensuales pueden estar diciéndonos algo.
Dificultad para realizar tareas comunes o el trabajo. No poder llegar a un lugar conocido, no recordar las reglas de un juego o nombres de familiares cercanos como hijos.
Desorientación. Este es un punto muy importante que no debemos dejar de notar una vez que se presente pues perder la noción del tiempo y el espacio apunta a una enfermedad manifestándose.
No comprender imágenes visuales o relaciones entre objetos. No entender palabras al leerlas, no poder deducir relaciones sencillas como control-tele, cepillo-cabello, etc.
Uso incorrecto de palabras comunes. Ya sean habladas o escritas, si empezamos a olvidar cómo se usan ciertos términos o si de repente cuando estamos platicando, de la nada perdemos el hilo de la conversación sin poder recuperarlo u olvidamos términos como lápiz o plato, que son de uso diario, hay que poner atención.
Olvidar el lugar de ciertos objetos. El jabón de baño en la cocina, el teléfono en el refrigerador, la ropa en la cama y otros tipos de errores al acomodar nuestras cosas, puede ser demostrativo de Alzheimer.
Disminución del buen juicio. Regalar cosas que no nos pertenecen, grandes cantidades de dinero a personas desconocidas, dejar de prestar atención al aseo personal, olvidar ponerse ciertas prendas.
Pérdida de iniciativa. Dejar de hacer cosas que disfrutábamos en el tiempo libre, dejar de salir a caminar, no convivir con nuestros familiares y amigos.
Cambios de humor o personalidad. Hay quienes se vuelven personas temorosas, ansiosas, sospechosas o deprimidas, esto generalmente deviene de la inseguridad que la falta de lucidez implica.
Si detectamos varios puntos de esta lista en nosotros, antes de entrar en pánico hay que acudir con nuestro médico de cabecera.