Especialmente en invierno, la piel de los adultos mayores se vuelve más delicada debido a la pérdida de colágeno y fibras elásticas, lo que se traduce en una piel seca, arrugada y con manchas, por lo que hay que poner atención especial a los cuidados en la piel para evitar enfermedades que afecten la calidad de vida en la tercera edad.
Al llegar a la tercera edad, muchas personas comienzan a experimentar cambios degenerativos, especialmente cuando padecen enfermedades o síndromes geriátricos, por lo que su piel retiene menos agua en todas las capas. Una de las enfermedades de la piel más comunes en esta etapa, es la xerosis, que se manifiesta como sequedad, descamación, comezón o ardor en las áreas resecas, atacando principalmente piernas y espalda.
Otro problema de la piel muy común son las infecciones por hongos en las uñas de los pies, que se agravan ante los casos de diabetes pues, a pesar de los tratamientos que existen, pueden progresar con los años y causar dolor y dificultad para caminar.
Por su parte, la insuficiencia venosa o la diabetes pueden causar úlceras crónicas en las piernas, que deben ser atendidas de inmediato para evitar complicaciones tan graves que puedan llegar a la gangrena.
Otro padecimiento común es el herpes zóster, causado por una reactivación del virus de la varicela; suele afectar a personas de entre 50 y 80 años que tuvieron varicela cuando eran niños y “despierta” a causa de un contagio o una deficiencia inmunitaria.
Para cuidar la piel de los adultos mayores se recomienda utilizar jabones y cremas humectantes sin alcohol ni perfume, además de evitar el uso de zacate o esponjas ásperas; el baño diario es recomendado para mantener limpia e hidratada la piel, aún en invierno, sin embargo es importante secarse bien después del baño para evitar la formación de hongos en la piel y entre los dedos de los pies.
Además, se recomienda mantener una alimentación saludable y beber muchos líquidos; el uso de ropa sintética debe evitarse, optando por ropa 100% algodón o térmica, que ayuda a mantenernos abrigados y protegidos contra el frío.
En caso de cambios en la pigmentación, aparición de lesiones que no cicatrizan o verrugas, es indispensable acudir con un médico.
Proteja su piel y proteja su salud en este invierno.
