Hoy en día, la idea de la maternidad se encuentra cada vez menos en las mujeres, quienes con mayor frecuencia retrasan el embarazo, postergándolo todo lo posible; es una creencia popular que el embarazo no deseado solo surge en los adolescentes por “no cuidarse”, cualquier persona puede quedar embarazada en un momento no adecuado, por lo que no es poco común encontrar mujeres de más de 40 en las clínicas de interrupción del embarazo, asesorándose sobre las consecuencias del aborto y buscando la mejor opción para su salud.
La maternidad tardía ocasiona muchos riesgos de salud para las mujeres, especialmente para las primerizas, por lo que muchas deben recurrir al aborto quirurgico antes de exponerse a posibles complicaciones de su salud, como:
- Diabetes gestacional. Si bien la diabetes gestacional se relaciona con el sobrepeso durante el embarazo, después de los 40 años existe mayor riesgo a padecerla y a desarrollar diabetes mellitus después del parto.
- Placenta previa. Después de los 30 años, las posibilidades de placenta previa aumentan, esto significa que la placenta se ubica más debajo de lo normal en el útero, al lado del cuello uterino o cubriéndolo, lo que implica que el nacimiento del bebé sea forzosamente por cesárea, además de que puede ser indispensable el reposo total; otras posibles complicaciones son hemorragias, nacimientos prematuros, complicaciones durante y después del parto, entre otras.
- Mayor riesgo de embarazo ectópico. Es decir, cuando el óvulo fecundado se implanta y crece fuera del útero, lo que implica riesgo de aborto espontáneo.
- El riesgo de aborto espontáneo incrementa entre un 10 y 20% después de los 40; también incrementa un 40% las posibilidades de parto por cesárea y nacimientos prematuros.
- En los embarazos de mujeres de más de 40 años también incrementan los riesgos de nacimientos de bebés con alteraciones cromosómicas, sin embargo la amniocentesis, la biopsia y el ultrasonido ayudan a detectar estos trastornos a tiempo para que la mujer decida si interrumpe o continua con su embarazo.
Las razones por las que una mujer decide interrumpir su embarazo son personales y varían de mujer a mujer; en las mayores de 40 años, las razones biológicas suelen ser las de más peso, ya que se relacionan con cuestiones de salud.
Antes de optar por una interrupción, se recomienda buscar la ayuda profesional necesaria, tanto médica para recibir el procedimiento más adecuado para la salud, como psicológica para afrontar la pérdida y los posibles sentimientos de depresión o de culpa que podamos experimentar.