Antes de morir, debemos decidir de qué manera queremos que se maneje nuestro cuerpo una vez que la vida lo haya abandonado. Dependiendo de nuestros gustos y a veces de nuestra religión, hay muchas maneras de manejar el cuerpo de una persona. Todos son procedimientos respetuosos y más que nada, respetuosos de la última voluntad del difunto.
A continuación algunas maneras de tratar el cuerpo.
Al morir, el procedimiento es algo largo, pero no complicado. En un principio se debe dar el certificado de muerte, la hora, el día, el mes, el año y el lugar de muerte, para que posteriormente se haga el registro de qué tipo de muerte sufrió la persona, ya sea muerte natural o por otras causas. Después de esto, el médico legal debe programar y realizar la autopsia de rigor para posteriormente afirmar la identidad del occiso. Después de este procedimiento, que es de ley para cualquier cuerpo sea cual sea la manera de velarlo, el procedimiento varía.
Si se desea un velatorio en féretro y en una funeraria en la compañía de familiares y amigos, una vez hechos los procedimientos de ley, el cuerpo pasa a lo que se llama la instalación, que es poner el cuerpo dentro de una urna, previamente lavado, vestido y maquillado. Se le deben extraer al cuerpo los líquidos, los órganos y se sellan los orificios corporales para después pasar a la ceremonia y posteriormente al entierro, generalmente las funerarias tienen paquetes que incluyen todos estos servicios.
Funerales gratuitos: 56-58-11-11. Funeraria J. García López: 55-50-50-05. Funerarias Gayosso: 56-01-87-80.
Otra manera de tratar el cuerpo, es la cremación o incineración. Se llevan a cabo de igual manera los procedimientos legales necesarios, para posteriormente decidir si se realizará una ceremonia de cuerpo presente o se pasará directamente a la incineración. Este procedimiento consiste en que una vez fallecida la persona, se esperan las 36 horas de ley, posteriormente se desinfecta y se mete a la urna en donde habrá de ser cremado. Este es un procedimiento aceptado por todas las religiones y cada vez más popular entre los difuntos. Una vez en el horno en el que se cremará el cuerpo, se enciende, alcanzando temperaturas de hasta 980°C, para garantizar la reducción del cuerpo. Generalmente se utiliza gas natural o gas propano. Se quema solamente un cuerpo a la vez y se entrega en una caja de plástico o cartón en un saco de terciopelo, para después insertarlo en una urna, que habrá sido elegida por el difunto o por la familia.
Teléfono de informes sobre distintos tipos de manejo del cuerpo: 52-42-62-93