Llegar a la tercera edad no tiene que ser sinónimo de envejecimiento, falta de movimiento o dolor. A lo largo de nuestra vida hemos experimentado cambios físicos, emocionales y hormonales, que han tenido impacto en nuestra apariencia y salud, y ahora que nos acercamos a otra etapa de la vida es normal que surjan dudas sobre los cuidados nutricionales a seguir.
En la tercera edad surgen cambios en el organismo propios de la edad, que tienen impacto tanto en las necesidades de alimentos como en la forma de absorberlos, por ello es muy común que los médicos recomienden vitaminas en pastillas para el dolor de huesos y articulaciones, para mantener fuerte al sistema inmunológico y oxigenar al cuerpo. Las más comunes son:
Vitamina B6
También llamada piridoxina, la vitamina B6 es muy importante en la función cognitiva y nerviosa por lo que un déficit incrementa el riesgo de enfermedades como el Alzheimer, pero también de trastornos cardiovasculares e infecciones crónicas, ya que ayuda a formar anticuerpos y glóbulos rojos; además refuerza el sistema digestivo y ayuda a producir energía.
La encuentras en plátanos, alubias, granos integrales, hígado de res, carne de cerdo y pollo.
Vitamina B9
El ácido fólico es una de las vitaminas que suele disminuir con la edad, y no recibirla en la dosis correcta puede causar anemia e infecciones crónicas ya que ayuda a formar glóbulos rojos. La encuentras en la leche, huevo, granos integrales, melón, plátano, coles, espinacas, lechuga y en frutas cítricas.
Vitamina B12
También llamada cianocobalamina, la vitamina B12 es muy importante para la prevención de la demencia y, a partir de los 50 años, la capacidad de absorción del cuerpo por este nutriente va en decadencia. La encuentras en alimentos como hígado de res, almejas y trucha, pero suele ser recomendada en suplementos para asegurarse de recibir la dosis correcta (que es de 2.4 mg al día).
Vitamina C
También conocida como ácido ascórbico, es una vitamina que ayuda a fortalecer el sistema inmunológico, a la cicatrización de heridas, reparación de tejidos, reducir la degeneración macular, nivelar el colesterol LDL en la sangre y el riesgo de padecimientos cardiovasculares.
Se recomienda en suplementación a los adultos mayores que acostumbren fumar ya que el cigarrillo inhibe su absorción. Además la encuentras en frutas cítricas, pimientos rojos, tomates y melón.
Vitamina D
Esta vitamina mejora la absorción de calcio para mantener los huesos saludables y prevenir o contrarrestar padecimientos óseos como la osteoporosis, así como fortalecer las articulaciones. Las mujeres a partir de los 50 años deben poner mucha atención a su consumo debido a la pérdida ósea que se presenta durante y después de la menopausia.
Para consumir esta vitamina, además de comer leche, atún, yema de huevo e hígado de res, se recomienda salir a tomar el sol unos 15 minutos al día, y también puedes consumirla en tabletas con calcio para asegurar su correcta absorción.
Recuerda, ya sea en su forma natural o en suplementos, las vitaminas también son parte de los tratamientos capilares naturales que te ayudarán a mantener una buena salud y conservar una apariencia joven por más tiempo.
