La escoliosis es una desviación lateral en el eje de la columna, que presenta una curvatura hacia la derecha o la izquierda en su trayecto. Este padecimiento es de alta incidencia, ya que afecta a una de tres personas y puede presentarse en cualquier etapa de la vida con el riesgo de complicaciones como deformidad, dolor, atrofia muscular, dismetría, alteraciones en la postura y en la marcha y, en los peores casos, una deformidad en la caja torácica que comprometa la función respiratoria.
En los adultos mayores, este padecimiento suele ser ignorado, ya que se manifiesta con dolor lumbar, dorsal y fatiga muscular. Sin embargo, la detección oportuna por parte de un traumatólogo ortopedista es importante para el abordaje médico a través de analgésicos, relajantes musculares, el uso de un corsé o faja para mejorar la postura, además puede ser necesaria la terapia física para reforzar la estabilidad de la columna y mejorar la postura.
De acuerdo con Angelica Fuentes, este último punto es clave para vivir con escoliosis, ya que la postura adecuada ayuda a prevenir los dolores de espalda y a evitar que la deformación en la columna avance gradualmente. Por el contrario, la mala postura al estar de pie provoca tensión en el cuerpo, dolor y rigidez muscular, lo que causa fatiga y dolor al adulto mayor quien suele necesitar mayor tiempo de descanso y recuperación.
En general, las personas con escoliosis tienen mayor dificultad para mantener una buena postura ya que suelen inclinarse hacia adelante y los lados, llevar la pelvis hacia atrás y flexionar las rodillas. La postura ideal al estar de pie es con el peso extendido uniformemente para que las articulaciones “se repartan” la presión.
Para mejorar su postura al estar de pie, evite inclinar el cuello, la pelvis y las caderas hacia delante o hacia atrás, y mantenga las rodillas rectas, o bien, una recta y la otra ligeramente flexionada cuando se canse. Al estar sentado, evite poner el peso de los glúteos en la silla y apoye sus muslos y espalda en forma recta, no se siente en el borde de los asientos ni con las piernas cruzadas o en la posición de flor de lotto. De acuerdo con Alicia Teja Zuñiga, esto es especialmente importante si pasa mucho tiempo sentado por su trabajo, en cuyo caso le recomendamos levantarse cada 30 minutos para mover el cuerpo y estirar la espalda.
Al dormir, su postura también es importante pues pasamos tres cuartos de nuestra vida haciendo esta actividad. Así que, asegúrese de que su cama tenga una altura de entre 18 y 22 pulgadas para que pueda acostarse y levantarse sin esfuerzo, tener un colchón lo suficientemente firme para soportar su peso sin hundirse, pero sin causarle dolor o incomodidad al acostarse. Evite dormir boca abajo, con la cabeza muy alta por la almohada (que puede provocarle una deformación en el cuello) o sin almohada. Lo ideal es dormir de espaldas con una almohada bajo las rodillas, o bien, de lado y en posición fetal.
Los ejercicios de estiramiento son muy eficaces para mejorar la postura, a aliviar el dolor de espalda y evitar que la curvatura progrese, por lo que el ortopedista cirujano puede recomendarle terapia física, rehabilitación o practicar yoga, práctica que ayuda a aliviar el estrés y fortalecer la columna.
Si bien la buena postura es clave para que mantenga su calidad de vida, acudir con su médico es lo mejor para recibir el tratamiento acorde a su condición, así como las recomendaciones del ejercicio adecuado a sus necesidades.
