Por mucho tiempo, las personas creían que ante el dolor de piezas dentales la extracción era lo mejor; sin embargo, si se pierde uno o más dientes, es necesario restaurarlos para no perder la facultad masticatoria y de lenguaje, especialmente en la tercera edad, cuando se piensa que la pérdida dental es normal.
Si sufres mucho dolor en uno o varios dientes, tienes sensibilidad al comer o beber y sientes inflamada el área, probablemente se encuentre dañada la pulpa dental (la parte interior del diente) y necesites una endodoncia para recuperar la salud dental, sin tener que perder la pieza.
La endodoncia o tratamiento de conductos, es un tratamiento de varios pasos que consiste en la extracción de la pulpa dental cuando esta ha sido dañada o infectada a causa de la caries, por dientes fracturados o rotos y que permiten el paso de bacterias, o por lesiones en el rostro que afectaron a los dientes. Cuando la pulpa dental está infectada se crea un depósito de pus, que forma un absceso infeccioso y puede dañar al hueso circundante, lo que redunda en un dolor muy fuerte en el paciente.
Tras extraer la pulpa enferma, el espacio en el diente se rellena y se coloca una corona dental, con lo que finaliza el procedimiento, y el paciente podrá tener sus dientes originales en buen estado y para toda su vida, ya que un diente restaurado puede durar para siempre si se realiza la limpieza dental adecuada y se visita con frecuencia al dentista.
¿Se puede hacer una endodoncia en la tercera edad?
Sí, es un procedimiento que puede mantener la capacidad masticatoria y del habla al evitar que se extraigan piezas dentales que se pueden salvar; sin embargo, el éxito del tratamiento en un adulto mayor depende en gran medida del dentista, quien debe conocer los cambios físicos que provoca el envejecimiento en la pulpa, por lo que se requiere la realización de análisis clínicos y de imagen para asegurarse de que el tratamiento será aplicado correctamente.
Cada vez más personas mayores de 60 años apuestan por el cuidado de su salud bucodental y prefieren conservar sus dientes originales con la ayuda de las nuevas tecnologías en odontología.
Prevenir es la mejor forma de conservar la salud bucodental, por lo que se recomienda cepillarse los dientes después de cada comida, usar hilo dental al menos una vez al día, alimentarse sanamente y visitar al dentista con frecuencia para prevenir el daño en las piezas dentales y conservarlas saludables y bellas.