Pasar por una mastectomía –y más aún, luchar contra los efectos del cáncer– es una cruzada que solo emprenden quienes aman la vida por encima de la enfermedad.
Sin embargo, todos sabemos que la valentía no exime del sufrimiento que conlleva una recuperación, aunque no es menos verdad que del cáncer de mama es posible salir bien librada y fortalecida.
Si bien, gran parte de estas victorias se deben a la voluntad de la paciente, la ciencia médica apoya estos procesos de renacimiento físico y psicológico a través de la cirugía estética. Muestra de ello es la alternativa de reconstruir el tejido mamario luego de extirpar el seno.
De acuerdo con el doctor Dr. Frank J. DellaCroce, miembro del Colegio Estadounidense de Cirujanos “Siempre que sea posible, se prefiere hacer una reconstrucción en conjunto con la mastectomía. La gran mayoría de las pacientes son buenas candidatas para una reconstrucción inmediata.”, por lo que es aconsejable consultar tanto al especialista que atiende el caso clínico, como al cirujano plástico, para que, en conjunto, se diseñe el tratamiento ideal y de esta manera se obtengan los mejores resultados de la intervención.
En casos excepcionales puede ocurrir que la paciente no se encuentre apta para una cirugía de reconstrucción de busto y en tal caso, que la recomendación del médico sea esperar por lo menos hasta que el tratamiento clínico termine.
Otras circunstancias en las que es preferible esperar son la existencia de comorbilidades como la diabetes, tabaquismo, obesidad o delgadez extrema. No obstante, aunque la indicación sea esperar, siempre es conveniente informarse acerca de las alternativas de reconstrucción y trazar una estrategia para llevarla a cabo en el largo o mediano plazo.
La decisión dependerá de cada mujer: de la misma forma en que algunas manifiestan la necesidad de ver y sentir reconstruido su cuerpo, otras optan por no someterse a más procedimientos quirúrgicos de los estrictamente necesarios. Ambas posturas son válidas y pueden contribuir a la recuperación integral.
En cualquier caso es útil tener en cuenta las siguientes consideraciones sobre el tratamiento:
- Hace posible recuperar la apariencia simétrica de los senos mientras se está vestida, por lo que las prendas se ajustan más fácilmente a la figura.
- Evita que deba recurrir a una prótesis externa para colocarla dentro del sostén.
- En algunos casos, ayuda a las mujeres recuperar su autoestima.
- Generalmente, este tipo de cirugía deja cicatrices que suelen desaparecer alrededor de uno o dos años después. Sin embargo, cuando la zona intervenida o aquella de dónde se ha extraído el tejido no recibe los cuidados pertinentes hay riesgo de cicatrización patológica. Así mismo, dentro de los factores que ni el paciente ni el médico pueden controlar, es factible la aparición de una cicatriz hipertrófica, que se caracteriza por tener una apariencia elevada o prominente debido a un exceso de colágeno durante su formación.
- Debe saber que el seno reconstruido nunca tendrá la misma sensación que uno que no ha sido intervenido.