La llegada a la vejez debe significar disponer a placer del propio tiempo y recursos económicos. Y aunque se sabe que esto no ocurre siempre así, uno de los preparativos más importantes de cara a esta etapa es aprender a reservar y defender para uno mismo esos tiempos y espacios.
Te sorprenderá darte cuenta de cómo esta administración del tiempo es capaz de transformar de manera positiva tus hábitos de consumo, teniendo repercusiones, por ejemplo, en el poder llevar una alimentación saludable y adecuada a tus necesidades mediante una cuidadosa selección de los productos que adquieres para tu despensa y el hábito de cocinar en casa y a consciencia.
Lo mismo es aplicable a los artículos de higiene y cuidado personal, dado que en la época de actividad productiva difícilmente hay tiempo para dedicarlo a la elaboración de cosméticos o limpiadores a la medida de nuestras necesidades. Tras la jubilación, en cambio, es posible y recomendable fabricar productos como shampoo, cremas, perfumes y maquillajes utilizando insumos de calidad y, sobre todo, con propiedades para tratar los problemas estéticos o de salud que necesites o simplemente para que respondan por completo a tus gustos sin tener que conformarte, como en años anteriores, a la escueta oferta de las farmacias o resentir los efectos secundarios de la saturación de químicos.
Es por eso que el tomar cursos de cocina, repostería o elaboración de productos cosméticos es una excelente previsión para la tercera edad y una de las mejores alternativas para proponer a tu ser querido si eres amigo o familiar de una persona que ha llegado a esta etapa.
Por otro lado, cuando no se tiene la posibilidad de anotarse en un curso, una buena opción es recurrir a los tutoriales de internet para aprender estos oficios comenzando por algunas tareas sencillas. Puedes buscar, por ejemplo, una guía breve que te enseñe cómo elaborar jabón líquido en casa y como imprimir al resultado el necesario toque de tu personalidad y, lo que es más importante, cómo aprovechar los componentes de la mezcla en beneficio de tu salud o estética.
Seguramente encontrarás que los aceites esenciales son aliados maravillosos en la elaboración de este tipo de productos, dado que, además de añadir fragancia a la mezcla, cuentan con propiedades analgésicas y antiinflamatorias o la capacidad de combatir virus y hongos, según la esencia que se elija. En el aspecto estético sus bondades no son menores, pues a partir de su uso adecuado estos aceites pueden emplearse como relajantes y auxiliares para combatir la celulitis o arrugas.
Nada mal para empezar, sin embargo éstas son sólo algunas ideas entre las muchas alternativas de cursos que puedes realizar durante la vejez o proponer como pasatiempo a tus padres o abuelos.