En el post anterior hablábamos sobre los cambios en la temperatura corporal del adulto mayor que le hacen tener más frío aunque la temperatura ambiente sea cálida. Ahora le daremos 11 consejos para mantener el calor en la piel del abuelo y prevenir las enfermedades.
Alimentación saludable. La dieta es un factor clave pues es la principal fuente de energía calórica, por lo que en temporadas de frío o lluvia debe aumentar la ingesta de carbohidratos, sin olvidar los alimentos con proteínas como la carne, huevo y pescado.
Beber agua en la cantidad adecuada. En temporada de frío la sensación de sed suele ser menor, sin embargo es importante mantenerse hidratado por lo que puede sustituir el agua por té verde, sueros, jugos de frutas o verduras.
Evite el consumo de alcohol.
Mantenga la temperatura de su hogar utilizando estufas eléctricas o de gas, evite la exposición prolongada al humo de braseros o estufas de keroseno debido a los niveles de monóxido de carbono que emiten. Ventilar las habitaciones durante el día ayuda a que entre el calor de la calle y refrescar el hogar naturalmente.
Evite abrigarse demasiado en lugares con calefacción
Mantenga una actividad física constante, ya sea una caminata por la tarde o el ejercicio que más le guste hacer.
Evite lugares donde se aglomere la gente como los mercados y plazas públicas para evitar el contagio de infecciones virales.
Cúbrase al salir a la intemperie. Una cantidad excesiva de ropa no siempre es la solución, al salir a la calle es más importante cubrirse las orejas, la cabeza, la nariz y la boca que llevar varias capas de ropa puestas.
Instale un termómetro ambiental en el lugar donde pase más tiempo el adulto mayor pues en la tercera edad es difícil percibir los cambios bruscos de temperatura, de este modo sabrá cuándo hay que tomar medidas para incrementar la temperatura.
Ya que el frío influye en la presión arterial, es importante incrementar la vigilancia médica en el adulto mayor cuando la temperatura desciende.
A los adultos mayores que padecen artrosis se les puede agravar las dolencias con el frío por lo que es necesario extremar las precauciones, tomar baños con agua caliente ayuda a disminuir la rigidez en las zonas afectadas.
Dermatitis, es muy común que el frío, el viento y la humedad resequen la piel del adulto mayor, por lo que se acentúan los eccemas y las grietas en la piel de las zonas expuestas al frío como la cara y las manos. Minimice el impacto del frío con el uso de guantes, bufanda o gorro, cremas humectantes y la ingesta abundante de líquidos.